En Arlea Abogadas, una consulta que recibimos con frecuencia es esta: “¿Puedo cambiar la custodia o el régimen de visitas después del divorcio?” La respuesta corta es sí, es posible. Pero, como ocurre con muchas cuestiones legales, depende de las circunstancias concretas.
Sabemos que la vida cambia. A veces, el acuerdo de custodia que funcionaba hace un par de años ya no responde a las necesidades del menor o de la familia. Por eso queremos explicarte de forma clara y cercana cuándo y cómo se puede modificar una custodia compartida, cambiar a custodia exclusiva, o ajustar el régimen de visitas.
¿Es posible cambiar el régimen de custodia o visitas tras el divorcio?
Sí. Las medidas acordadas en un divorcio o separación no son inamovibles. Si ha habido un cambio sustancial en las circunstancias, puedes solicitar una modificación judicial. Esto se aplica tanto al régimen de visitas como a la custodia, ya sea compartida o exclusiva.
Algunos ejemplos de cambios relevantes:
- Uno de los progenitores cambia de ciudad o país.
- Se detecta desatención, negligencia o un cambio importante en la implicación del otro progenitor.
- Hay un empeoramiento o mejora significativa de la situación laboral o personal de alguno de los dos.
- El menor manifiesta con claridad y madurez que desea un cambio.
En cualquier caso, el juez siempre valorará el interés superior del menor por encima de cualquier otra consideración.
Cambiar de custodia compartida a exclusiva o monoparental
En muchas ocasiones, tras un tiempo con custodia compartida, una de las partes solicita un cambio de custodia compartida a custodia exclusiva, también llamada custodia monoparental. Este tipo de cambio no es automático ni sencillo, pero es perfectamente posible si se justifica bien.
- Por ejemplo, si uno de los progenitores deja de implicarse en el día a día, incumple los acuerdos o no garantiza el bienestar del menor, puede solicitarse ese cambio.
- También puede ocurrir si el modelo compartido se acordó inicialmente por buena voluntad, pero con el tiempo se ha demostrado inviable en la práctica.
Cambiar la custodia compartida a exclusiva implica demostrar ante el juzgado que esa es la opción que mejor protege al menor, y que los cambios en las circunstancias son significativos.
¿Se puede cambiar a custodia compartida si antes era exclusiva?
Sí, también es posible solicitar el cambio a custodia compartida cuando previamente solo uno de los progenitores tenía la custodia exclusiva. Cada vez más juzgados valoran positivamente este modelo, si hay buena comunicación, cooperación y el menor puede beneficiarse de tener una convivencia equilibrada con ambos progenitores.
Este cambio suele solicitarse cuando:
- El progenitor no custodio ha mejorado su situación laboral o personal.
- Ha aumentado la implicación en la vida del menor.
- El menor expresa su deseo de pasar más tiempo con ambos.
Como siempre, lo fundamental será justificar que el cambio beneficia al menor.
Modificación del régimen de visitas
No todos los cambios requieren modificar la custodia. A veces lo que necesita revisarse es el régimen de visitas: horarios, fines de semana, vacaciones, festivos…
Este tipo de modificaciones son más frecuentes cuando:
- Cambian los horarios escolares.
- Uno de los progenitores cambia de trabajo.
- Aumenta la distancia entre domicilios.
- Surgen conflictos recurrentes o incumplimientos.
También aquí es posible acudir a mediación familiar antes de iniciar el proceso judicial, y en Navarra esta vía cuenta con un servicio público específico que puede ser muy útil.
¿Qué pasos hay que seguir para solicitar el cambio?
- Contactar con una abogada especializada en familia.
- Recopilar documentación que demuestre el cambio sustancial.
- Intentar un acuerdo, si es posible (a través de abogadas o mediación).
- Si no hay acuerdo, presentar una demanda de modificación de medidas ante el juzgado.
Nuestra experiencia como abogadas de familia en Pamplona
En nuestro despacho, formado exclusivamente por abogadas, acompañamos a muchas familias en este tipo de procesos. Sabemos que no es fácil, ni desde el punto de vista legal ni emocional. Por eso trabajamos con un enfoque cercano, claro y comprometido.
En los últimos años hemos visto cómo la vida cambia: personas que, al principio del divorcio, estaban en una situación difícil y ahora pueden implicarse más; o madres y padres que han sostenido la responsabilidad principal durante un largo periodo y que ahora necesitan revisar el acuerdo vigente para garantizar el bienestar de sus hijos.
Cada caso es único. Pero si sientes que el modelo actual ya no responde a lo mejor para tu hijo o hija, estás en tu derecho de pedir un cambio.
¿Tienes dudas sobre tu situación concreta?
Estamos aquí para ayudarte. Escríbenos o pide una cita: valoraremos contigo si es viable iniciar un proceso de modificación y te acompañaremos en todo el camino, con honestidad y profesionalidad.
